sexta-feira, 19 de fevereiro de 2010

Das decepções e alegrias

Eu queria ter minhas sensações mexidas, a ver se mudava o ritmo triste-alegre.
Então, baixei dois filmes que deviam provocar medo, não lembro os nomes, porque vi os dois pelas metades, avançando ao final que já estava dado. Decepção.

Achei que uma comedia romântica seria bom. Embora não estou para romantismos por esses dias. Baixei uma com aquele ator que gosto mas esqueci o nome, acho que a película se chama “Quando o amor acontece”? Será? Não tenho certeza. O fato é que o filme é muito triste. Dá pra chorar.

Resolvi apelar: Adam Sandler, com Funny People. “Vou me acabar rindo”, pensei. Puxa. Também dá pra chorar.

Aí, me preocupei. Seguramente que o problema era comigo!

Isso tudo foi em janeiro.
Mas, pela paixão pelo cine, continuei acreditando.
Deparei-me com “Amanece, que no és poco”, cinema espanhol. Vale, parecia que dava pra assistir. Peguei o DVD com a Marian, e demorei uns três dias pra assistir, por pouco tempo que tinha naqueles dias.
Ao final, que PELI MARAVILLOSA!!!!!!! Me enamorei de esa peli! La quiero en mi casa siempre.

Y, ayer, volviendo a Madrid, miré “Bienvenidos al Norte”, mejor que estaba viajando sóla, o mi compañia podria sentir verguenza de las risas que yo me ponia. Verdad que muchos viajeros se reían a patas sueltas, y yo también.

Contudo, Amanece, Que no es Poco és mejor que Bienvenidos al Norte. Las dos hace risa, pero, la primera és más compleja. Si, son distintas, y puede que me gusta más la primera por las influencias de Garcia Marquez y Cortazar, no sé.

Enfim, muchas gracias Augusto, Felipe, Isabel, Soad, Samuel, Marisa. Muchas gracias profesor Xavier, y Cividanes.
A veces la risa está donde no se espera.

quinta-feira, 18 de fevereiro de 2010

De colúmpios

Era uma vez um colúmpio.
Era mui, mui colúmpio, ese colúmpio.
Dejavase quedar, asi, como quien no quiere nada, bajo un arbol.
As veces, un chico venia verlo. Y as veces, lastimava el chiquilino, que volvia a la casa de la abuela llorando. Y muchas veces se divertian juntos, con las patitas del niño volando sobre los almendros cercanos.
El colúmpio mirava el mundo, as veces las nevada, o días de sol. Pero hoy, habia una lluvia que invitava al sueño, gotitas suaves a traves de la niebla.
Y el, ‘cachondeando’ un pínus:
- Alúúúúúbia – y cerrava los ojitos, contente.
- Qué? Eh?
- És que me gustas tu...
- Y que tienen las alubias?
- Son tan sensuales...
- Que inspirado estás.
- La visita del chiquilino.
- Ah, si? Y que tal?
- Estava con una chica, enamoradiza de columpios...

Y la pareja mirava al cielo, entre las ramas del pinus, las gotitas llenando los ojos.